Hacía mucho tiempo que no veníamos a la isla de El Meridiano (El Hierro) así que aprovechamos para ir al Restaurante Mirador de la Peña.
Se podía ver Frontera muy bonita!!!!!
Nos encanta su vista desde el interior... Nos genera una paz tremenda
Aprovechamos para tomar algo disfrutando de la vista...
Apetece comer en esa mesa eh?
Por la parte exterior se nota también la mano de César Manrique
También se pueden ver desde allí los Roques de Salmor.
Son unas rocas que están en pleno mar y para los herreños son muy importantes. Para los extranjeros son unas figuras muy curiosas
Junto al Hotel más pequeño del mundo hay este parque acuático que fue un derroche de dinero y no sabemos muy bien lo que es ahora mismo...
El Hotel más pequeño del mundo en las Puntas!!!
Enfrente del hotel hay unos apartamentos rurales muy bonitos con piscina, que es donde los padres de Emilio se quedaron los días de la boda en el Hierro.
Unas miradas antes de abandonar al Mirador de La Peña: visto desde la parte alta...
La inmensidad del mar rodeando todo el valle de Frontera...
Y, cómo no, lo mejor de todo: Sandrita en un lugar de ensueño.
Hacía mucho tiempo que no veníamos a la isla de El Meridiano (El Hierro) así que aprovechamos para ir al Restaurante Mirador de la Peña.
Se podía ver Frontera muy bonita!!!!!
Nos encanta su vista desde el interior... Nos genera una paz tremenda
Aprovechamos para tomar algo disfrutando de la vista...
Apetece comer en esa mesa eh?
Por la parte exterior se nota también la mano de César Manrique
También se pueden ver desde allí los Roques de Salmor.
Son unas rocas que están en pleno mar y para los herreños son muy importantes. Para los extranjeros son unas figuras muy curiosas
Junto al Hotel más pequeño del mundo hay este parque acuático que fue un derroche de dinero y no sabemos muy bien lo que es ahora mismo...
El Hotel más pequeño del mundo en las Puntas!!!
Enfrente del hotel hay unos apartamentos rurales muy bonitos con piscina, que es donde los padres de Emilio se quedaron los días de la boda en el Hierro.
Unas miradas antes de abandonar al Mirador de La Peña: visto desde la parte alta...
La inmensidad del mar rodeando todo el valle de Frontera...
Y, cómo no, lo mejor de todo: Sandrita en un lugar de ensueño.
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